Desde niña tuve una imperiosa necesidad de escapar (una necesidad cuya fuerza de trabajo levantaría un imperio).
Houdini es el claro ejemplo, pide sogas, cajas, cadenas, esposas y, sobre todo, espectadores. Allí no hay metáfora. El es el amo y el esclavo de sí mismo. La palabra familia, según el diccionario etimológico de Joan Corominas, es esto: “primitivamente, el conjunto de los criados y esclavos de una persona”.
Desde niña, desde que la memoria me asiste, tengo ganas de escapar de alguna caja que me encierra, siento que hacen trucos conmigo. Diré algo previsible: escribiendo yo hago trucos con los demás. Eso me libera hasta que una nueva obra tiene que surgir, entonces busco esa caja, allí están las cosas que yo pido: lápiz, papel y no demasiado aire.
3 comentarios:
Qué bello, Oh.
La necesidad imperiosa de escribir es también mi caso. Un sistema de escape justamente. Existen otros medios, si, pero escribir da permiso de "contar" lo que nos asfixia dese la realidad de un otro que no existe.
Alivia, si, pero esa sensación de escapar no se va nunca, nos mantiene presos.
Ei, eu tentei e-mail pertencentes a este post, mas arent capaz de alcançá-lo. Por favor email-me quando chegar um momento. Graças.
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