jueves, 10 de enero de 2008

Te estuve buscando para preguntarte algo...

Ayer Anabella realizó esto a modo de boceto para la gráfica. No es definitivo, claro. Imaginamos, sobre todo, color. Esto es apenas un trazo. Pero algo hemos encontrado en él. Imagino a Tokyo, el DF y New York (las tres ciudades en las que la acción transcurre) como líneas que se tocan pero no. Cables de teléfono, rutas, caminos, estaciones. Infinitas vias de comunicación entre las cuales dos deben encontrarse.

martes, 1 de enero de 2008

Sobre la necesidad de escapar o sobre la escritura


Desde niña tuve una imperiosa necesidad de escapar (una necesidad cuya fuerza de trabajo levantaría un imperio). LA MUJERCITA DEL CLARINETE habla por mi: A los nueve años me fui de mi casa para arruinarle la vida a alguien, calculo que a mi mamá porque a mi papá no lo veía mucho, no llegué a odiarlo. Agarré un bolsito, puse unos zapatos, una bombacha y me dije que iba a tener suerte. Fui a la estación de tren y me paré al lado de un hombre que tenía un bolso muy grande, pensé que podía darme cosas. Aquí aparece el problema: el que escapa necesita sentirse atrapado, entonces busca cosas, las pide.

Houdini es el claro ejemplo, pide sogas, cajas, cadenas, esposas y, sobre todo, espectadores. Allí no hay metáfora. El es el amo y el esclavo de sí mismo. La palabra familia, según el diccionario etimológico de Joan Corominas, es esto: “primitivamente, el conjunto de los criados y esclavos de una persona”.

Desde niña, desde que la memoria me asiste, tengo ganas de escapar de alguna caja que me encierra, siento que hacen trucos conmigo. Diré algo previsible: escribiendo yo hago trucos con los demás. Eso me libera hasta que una nueva obra tiene que surgir, entonces busco esa caja, allí están las cosas que yo pido: lápiz, papel y no demasiado aire.

El Hombre del Piano

Vi a Oscar (Nuñez) en las película Nueve Reinas y en Buena Vida Delivery. Fue en esta última que su trabajo me impactó de un modo nuevo. O viejo. Quiero decir: Oscar tiene ese tipo de actuación que yo venía añorando. Esa que empezó en Rusia y tuvo sus buenos resultados (no sólo) en Hollywood. Hace poco volví a ver Mean Streets. Por esas épocas, De Niro y Keitel me producen una emoción que no puedo explicar en palabras de este mundo. Por éstas, Oscar también.


PD: Nuñez y la Bersuit