jueves, 10 de enero de 2008
Te estuve buscando para preguntarte algo...
martes, 1 de enero de 2008
Sobre la necesidad de escapar o sobre la escritura
Desde niña tuve una imperiosa necesidad de escapar (una necesidad cuya fuerza de trabajo levantaría un imperio).
Houdini es el claro ejemplo, pide sogas, cajas, cadenas, esposas y, sobre todo, espectadores. Allí no hay metáfora. El es el amo y el esclavo de sí mismo. La palabra familia, según el diccionario etimológico de Joan Corominas, es esto: “primitivamente, el conjunto de los criados y esclavos de una persona”.
Desde niña, desde que la memoria me asiste, tengo ganas de escapar de alguna caja que me encierra, siento que hacen trucos conmigo. Diré algo previsible: escribiendo yo hago trucos con los demás. Eso me libera hasta que una nueva obra tiene que surgir, entonces busco esa caja, allí están las cosas que yo pido: lápiz, papel y no demasiado aire.
El Hombre del Piano
Vi a Oscar (Nuñez) en las película Nueve Reinas y en Buena Vida Delivery. Fue en esta última que su trabajo me impactó de un modo nuevo. O viejo. Quiero decir: Oscar tiene ese tipo de actuación que yo venía añorando. Esa que empezó en Rusia y tuvo sus buenos resultados (no sólo) en Hollywood. Hace poco volví a ver Mean Streets. Por esas épocas, De Niro y Keitel me producen una emoción que no puedo explicar en palabras de este mundo. Por éstas, Oscar también.
PD: Nuñez y la Bersuit